Cuando el viento llegó, llamó a los músicos, y el viento dijo así: "¡Vengan, músicos! pero no oyó nada. Estaba todo quieto, y el viento empezó a enojarse. "¡Vengan músicos, les llama el dios de las cuatro partes de la tierra! pero no dijeron nada.
El viento sopló, subiendo en su furiosa ira con nubes que cubrían la faz del sol. La oscuridad y tinieblas solo fueron quebrados por espantosos relámpagos y fuertes truenos.